Quienes conocen la Sede Monseñor, ubicada en Monseñor Eyzaguirre N° 465 (ver en google map), saben que no es solo un lugar donde se viene a estudiar. Es un espacio donde los estudiantes, desde 3° Básico hasta 4° Medio, se sienten vistos, escuchados y valorados. Aquí se forma carácter, se despierta la vocación y se construye futuro.
Es una etapa desafiante, sí, pero a su vez, es una de las más emocionantes. Por eso, en esta sede nos tomamos en serio lo pedagógico, lo humano y lo emocional. Los/as acompañamos a aprender con profundidad y también con alegría. Porque entendemos que formar niños/as, no es solo trasmitir saberes, sino acompañar procesos, estar presentes y sostener con afecto.
Docentes que conocen a sus estudiantes, no solo por su nombre
Una de las cosas que más se valora en Monseñor y en JJ —y que muchos apoderados/as mencionan con orgullo— es que los docentes y asistentes de la educación, realmente conocen a sus estudiantes. Saben cómo aprenden, qué les cuesta, qué los motiva. Conocen sus historias, sus talentos y también, reconocen sus momentos difíciles.
Esa cercanía no es casual. Es parte de nuestro sello educativo: formar con vínculo, con mirada individual, con compromiso auténtico. Aquí, la pedagogía se promueve desde la confianza y el respeto mutuo.
Un lugar donde aprender tiene sentido
Conforme a nuestro Proyecto Educativo Institucional y el Reglamento de Evaluación, Calificación Promoción, cada clase se diseña no solo para cumplir objetivos académicos, sino para despertar pensamiento crítico, fortalecer la autonomía y animar la participación.
Además, el inglés se potencia de manera natural, cotidiana y progresiva; preparándolos/as para un mundo donde comunicarse con otros/as, es parte de ser ciudadanos del siglo XXI.
Un ambiente que da gusto vivir
La sede Monseñor se distingue por su clima escolar sano, cercano y respetuoso. Aquí no solo se previenen los conflictos: se aprende a enfrentarlos con diálogo, empatía y soluciones formativas. Porque sabemos que el bienestar emocional es clave para el desarrollo integral.
A través del Plan de Convivencia Escolar e Inclusión, fortalecemos día a día una cultura de buen trato que se nota en los pasillos, en las clases, en las conversaciones cotidianas. Y no es solo entre estudiantes: también entre adultos. Todos construimos comunidad.
La familia: nuestro mejor aliado
Ningún proceso educativo es completo sin las familias. En Monseñor, el vínculo con las familias es cercano, confiado y horizontal. Agradecemos profundamente esa corresponsabilidad que nos permite actuar en conjunto, porque sabemos que los mejores resultados nacen cuando colegio y hogar caminan de la mano.
Una sede que no forma solo estudiantes: forma personas
En Monseñor, cada día es una oportunidad para crecer.
Para aprender con sentido, para equivocarse sin miedo, para volver a intentar.
Aquí se trabaja con corazón, se enseña con vocación, y se construyen vínculos que marcan para toda la vida..
Porque en John John, formar líderes positivos no es un eslogan. Es nuestra convicción.
Y el buen trato, como siempre decimos… es nuestra forma de educar.
Sede Monseñor. Donde se aprende, se sueña y se es feliz.
Forming positive leaders for future generations.